Bienvenidos al santuario de la Virgen de Ujué. Durante siglos este lugar fue un santuario-fortaleza y así lo iremos descubriendo a lo largo de la visita. Pero su función defensiva perdió hace mucho tiempo su valor. Hoy Ujué pervive por la fe y el cuidado de los vecinos del pueblo y por la devoción de los romeros de los lugares vecinos. Durante generaciones, fieles de toda condición han confiado en la mediación de la Virgen de Ujué para favorecer a quienes a ella se encomendaban. No es extraño que cuando el rey de Aragón Pedro IV reclamó al Papa la pertenencia del santuario a Monteragón, lo basara en que, y son palabras textuales, “Dios realiza allí diariamente muchos milagros”. Las crónicas cuentan que durante el siglo XVIII la reja del presbiterio mostraba cientos de exvotos. Y en la actualidad ¿cuántos peregrinos y fieles no se sienten favorecidos por la intercesión de Santa María? Durante los domingos y fiestas de Mayo, peregrinar a Ujué es todavía hoy una tradición viva en muchos pueblos de la Navarra media y Ribera. Las romerías comienzan a finales de Abril ocupando todas las festividades de Mayo.
Hoy, además de su valor espiritual, los casi mil años de culto a Santa María de Uxue han configurado un extraordinario patrimonio cultural que enriquece tanto al vencindario que vive en sus laderas, como a todas las personas que lo visitan. Os damos la bienvenida al santuario de Santa María de Ujué.